10 junio, 2006

EL FUTBOL COMO ESCUELA DE CIUDADANÍA

Iván Herrera Michel. 33°

No ha existido una institución privada, ni mucho menos un deporte, en toda la historia de la humanidad, que haya alcanzado el grado de organización e implantación de la que hace gala el fútbol moderno. Para comprobarlo, solo tenemos que observar que la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) posee más naciones vinculadas que la Organización de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. Ni siquiera el Decálogo de Moisés se aplica en más países que las reglas de la FIFA, ni tampoco las doctrinas de los cristianos, musulmanes y judíos, sumados, se practican en más naciones y por más personas que las reglas del fútbol moderno. Se discute mucho sobre los antecedentes del fútbol en antiguas civilizaciones de distintos continentes, que van desde la azteca hasta la china, pasando por los celtas y los egipcios. Sin embargo, se da por sentado que el fútbol actual nace en la segunda mitad del siglo XIX en Londres, en un local Masónico localizado en la calle Queen Elizabeth N° 11. De la Masonería pareciera que recoge el espíritu universalista de igualdad y fraternidad sin distingos de nacionalidad, raza, ideología, religión ni genero. De la dirección en donde se reunieron inicialmente se tomaría el número de 11 jugadores, que aún hoy lo distingue de su pariente más cercano, el Rugby, que cuenta con 15. Al parecer, entre los aficionados al Rugby de aquella época se fue generando una crítica a la innecesaria violencia de que hacían gala los jugadores en cada partido. La censura más fuerte provenía del alumnado de la Universidad de Cambridge que pedían que se abolieran las zancadillas y las patadas a las piernas del contrario. En desarrollo de este malestar, el ocho de diciembre de 1863, se reunieron los Representantes de un grupo de once clubes interesados en organizar formalmente una Liga de Fútbol, en la "Freemasons Tavern" para crear la primera Asociación de esta disciplina. La reunión contó con la participación de la Universidad de Cambridge y selló la separación definitiva del fútbol y el Rugby cuando los defensores de este último deporte, que eran minoría, abandonaron el recinto disgustados. De ahí en adelante la nueva forma de fútbol no violento se propagaría por el planeta. Desde entonces, el carácter de punto de encuentro social del fútbol se observa en las graderías. Sin disminuir un ápice los contenidos identitarios ni el sentido de pertenencia del aficionado, se ve conversar a los aficionados relajadamente con su vecino de silla, y celebrar cualquiera que sea el resultado el intercambio de camisetas de los jugadores al final de la contienda. Esta práctica es el homenaje más reiterado, masivo y público que se hace al valor de la tolerancia en la sociedad. Por lo tanto, los desmanes de los pendencieros seguidores del irlandés Edward Hooligan solo parecen representar a modernos sectores marginales, que canalizan enfermedades sociales que nada tienen que ver con el deporte. Los medios de prensa, aun dentro del sesgo de su parcialización, vehiculizan un permanente llamado a la paz y a la concordia. Tres veces al día, siete días a la semana, cuatro semanas al mes, doce meses al año. El lenguaje de los comentaristas, en medio de sus querencias, se dirige por igual a todas las clases sociales, dentro de una fusión de elementos culturales diversos, que en otros contextos son difíciles de conciliar. El aficionado no discrimina: aplaude por igual al negro Pelé, que al rubio Cruiff, o al mestizo Maradona; respeta por igual al jugador católico que se persigna al entrar a la cancha que al evangélico que ora a Cristo después de anotar un gol y al que baila; no le importa si la jugada vistosa la realiza un comunista ruso, un capitalista americano, un socialdemócrata escandinavo, o un tercermundista de Camerún; tampoco le importa si el jugador viene de las clases más desfavorecidas de la sociedad o si nació en una familia rica. Estas diferencias no son importantes al momento de aplaudir. El aficionado es un demócrata contestatario. Expresa abiertamente y sin reservas su opinión con una gran capacidad de crítica. No importa si no está de acuerdo con el Director Técnico o el Presidente del Club de su preferencia, por que entiende que el espectáculo es un bien público y sus dirigentes son servidores de una función que se le ha encargado y de la cual no son dueños. Los títulos de propiedad les son indiferentes, por que entiende que hay cosas que no se privatizan. Es por eso, que los estadios de fútbol, pese a las Barras Bravas que todos lamentan, son hoy por hoy una estupenda escuela de ciudadanía y un fenómeno contrahegémonico. Y para resaltar la cultura democrática, en ellos se llega hasta lo carnavalesco en el afán de participar en la experiencia colectiva. En el fútbol también se observa la mayor amplitud de horizontes de las nuevas generaciones. Es común oír a un niño de 11 años afirmar que "en Colombia es hincha del Junior de Barranquilla, en América del Boca Junior de Argentina y en el mundo del Real Madrid de España", mientras que su amigo de la misma edad le sostiene altivo que, en ese mismo orden, los equipos de su preferencia son el "Nacional de Medellín, el Colocolo de Chile y el Galatasaray de Turquía", y ambos admiran por igual al Pibe Valderrama, a Ronaldiño, Zamorano, Maradona y Pelé. Y ni hablar de Zidane y David Beckam. El fútbol como negocio, asimismo, incorpora la industria corporativa (Cocacola, Kodak, 3M, Toyota, Varta), que hace su agosto cuando vehiculiza su marketing a través de este deporte hacia al consumidor de clase media, aprovechándose del trabajo de unos jugadores (¿trabajadores?) que son en su mayor parte originarios de las clases más desfavorecidas de la sociedad. También le sirve este deporte a quienes quieren aparecer en los diarios con fama prestada. Es decir, que el fútbol incluso funciona como un reflejo del mundo moderno. Viendo lo anterior, no es sorprendente que el fútbol haya entrado a Colombia por el Río Magdalena, y que su primera escala haya sido en Barranquilla. La sociedad Barranquillera de principios del siglo XX estaba ya globalizada a partir del contacto permanente, cultural y económico, con colonias europeas, norteamericanas, chinas, árabes, etc., ya que la ciudad creció con un activo espíritu de puerto marítimo abierto al mundo. Por otra parte, y dado que las estructuras culturales y los patrones sociológicos dependen de los contenidos locales, al igual que existe una experiencia brasileña del fútbol, distinta de la inglesa, la japonesa o la argentina, por ejemplo; en el ámbito nacional colombiano existen diferencias visibles en las formas como se vive el fútbol en Medellín, Santa Marta, Bogotá, Cali, Cartagena, Bucaramanga, Barranquilla, Ibagué, etc. En cada sitio, el fútbol cuenta con unos rasgos, una semiología y un imaginario, muy propios de la forma en que se formó su ciudadanía, y en consecuencia una oportunidad para la inclusión social.

Publicado en http://masones.blogia.com/ "Pensamiento Masonico"

08 junio, 2006

La educación y los masones

La revisión y reforma ha de incluir los cuerpos legales y administrativos que lo regulan, donde es necesario establecer -o restablecer- que la educación, en todos sus niveles, no puede verse como objeto de lucro.

Jorge Carvajal Muñoz

Gran Maestro de la Gran Logia de Chile

La Francmasonería considera que el trabajo y la educación son las grandes herramientas de la humanización y del humanismo. Ambos han hecho posible la evolución que ha llevado desde el animal al hombre. Por el trabajo se dignifica y prospera; por la educación se mantiene y acrecienta la cultura, medio o hábitat del ser humano, se alcanzan niveles superiores del intelecto y el espíritu, así como posibilita el perfeccionamiento individual y la integración en la comunidad de modo productivo, con respeto por todos los hombres y sus ideas. Por eso, trabajo y educación deben ubicarse en los niveles superiores de la escala social y alcanzar, entre otros, la categoría de derechos fundamentales.

La Gran Logia de Chile, desde el surgimiento de las primeras logias, ha puesto especial interés en la educación y sus miembros han contribuido con acciones relevantes. Sería largo enumerar las obras desde Bernardo O’Higgins y José Miguel Carrera fruto de su actividad. En abril pasado, se efectuó un nuevo congreso de educadores masones, cuyas conclusiones se entregarán al Gobierno. La masonería ha observado con detención el desarrollo del sistema educacional chileno. En su oportunidad, denunció y advirtió públicamente las consecuencias negativas que traería la municipalización de la enseñanza, el deterioro del Estado docente, la reducción y el debilitamiento de las grandes universidades nacionales y la carencia de gratuidad, asistencialidad y laicismo de la instrucción en el país.

También ha apreciado los relevantes esfuerzos de los gobiernos, a partir del restablecimiento de las instituciones cívicas y democráticas, por sacar a la educación del estado de postración que sufría a fines de la penúltima década del siglo XX. Estos esfuerzos no han alcanzado la plenitud del buen éxito -como sí ha ocurrido con la variable cobertura- en las metas de la equidad y la calidad, cuestión reconocida por todos sin excepción. Los acontecimientos de los últimos días, originados en el movimiento de los estudiantes secundarios chilenos, nos causan honda preocupación, reconociendo la razón que encierran sus demandas así como la actitud seria y atinada del Gobierno, al reconocer la justicia de las peticiones y la decisión de las medidas anunciadas.

La Gran Logia estima que se han de fijar políticas educacionales con el respectivo establecimiento de instituciones y acciones destinadas a alcanzar la excelencia de la enseñanza para todos los chilenos, la asistencialidad a quienes no poseen recursos y la recuperación de la instrucción pública y del rol rector y fundamental del Estado para establecer y regular una educación tendiente a lograr un modelo de mujer y hombre que no sólo se sirva a sí mismo, sino a los grandes propósitos nacionales. Se trata de educación con fuerte base en los valores universales, especialmente los de tipo ético superior, capaces de hacer que los hombres y las mujeres se sientan solidarios con el resto y practicantes de una moral que convoque y no excluya, lo que no impide la consideración de pensamientos de sectores específicos que sustentan legítimos sistemas de ideas en materias en donde nadie puede afirmar que posee la verdad única. La revisión y reforma del sistema ha de incluir los más relevantes cuerpos legales y administrativos que lo regulan, donde es necesario establecer -o restablecer- que la educación, en todos sus niveles, no puede verse como objeto de lucro.

La Gran Logia llama a todos los sectores involucrados directamente y está dispuesta a concurrir para concretar todos los esfuerzos destinados a que las soluciones sobre las que el consenso social acredita su validez, se alcancen por la vía del diálogo y la paz, evitando situaciones que la mayoría ciudadana rechaza y sólo acarrean destrucción material, riesgo para la integridad física de las personas y rebajan la condición humana, como también debilitan los legítimos movimientos de los sectores que han sufrido la carencia de una educación de calidad.



Fuente:
http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/artic/
20060607/pags/20060607194246.html

Zerolo dice que la logia se salvó cuando el ayuntamiento la compró al Ejército

El alcalde anuncia que se constituirá el Instituto de Estudios Masónicos con el apoyo municipal. Cuando el arquitecto Márquez Zárate termine el informe de rehabilitación se buscarán los recursos.

H.G., S/C de Tenerife

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, anunció ayer que la constitución del Instituto de Estudios Masónicos, un órgano que cuenta con la colaboración de la Corporación municipal, se encargará de administrar el templo de la logia localizado en la calle San Lucas. El regidor municipal confirmó que en dicho instituto estarán representadas todas las logias de diferentes obediencias masónicas que existen en Santa Cruz, además del ayuntamiento.

"En su día el ayuntamiento compró la logia masónica al Ministerio de Defensa y evitó de esa forma que lo adquiriera cualquier otro empresario, evitando que un particular lo pudiera utilizar para otros fines que no fueran del interés de Santa Cruz".

A raíz de las denuncias realizadas por el senador socialista José Vicente González junto al grupo municipal, en las que advertía del mal estado de la logia, Miguel Zerolo aseguró que "el arquitecto José Miguel Márquez Zárate trabaja en la actualidad en el proyecto de rehabilitación del templo masónico. Cuando haya finalizado este informe sabremos cuánto va a costar su rehabilitación y solicitaremos tanto al Gobierno de Canarias como al Cabildo de Tenerife, y a las propias logias que, junto al ayuntamiento, se proceda a rehabilitar el edificio".

A raíz de dicha denuncia realizada por José Vicente González, que aseguró que el templo masón fue instruido como Bien de Interés Cultural en su categoría de monumento pero este trámite se quedó estancado, el alcalde explicó ayer que "lo verdaderamente importante en este caso es que el ayuntamiento salvó el edificio porque se lo compró al Ejército, ha encargado el proyecto de restauración a un arquitecto especializado en este tipo de rehabilitaciones históricas y está de acuerdo con las diferentes obediencias masónicas para recuperarlo... A lo mejor don José Vicente es de alguna obediencia masónica que desconocemos y tiene opiniones distintas. O pertenece a una facción nueva", añadió Zerolo.

El alcalde rechazó que el templo de la calle de San Lucas corra algún peligro. "Si llegó a existir ese riesgo sólo fue cuando estaba en manos del Ejército, pero ya no es el caso", manifestó. En un debate en EL DÍA de 12 de junio de 2005 sobre el templo, el teniente de alcalde Antonio Bello reconoció que la compra de la logia se realizó en 24 horas. La tasación fue de 79 millones de pesetas. "Pensamos esperar a la subasta, pero desistimos para evitar el riesgo de que alguien la pudiera hacer suya, ya que el 70% de los turistas ingleses o alemanes que nos visitan son masones". "Abonamos una primera cuantía de 19 millones en una minuciosa operación para comprar la logia", dijo Bello.


Fuente:
http://83.175.206.50/2006-06-08/santacruz/santacruz8.htm

07 junio, 2006

Célebre discurso de Ramsay de 1736-1737

Discursos del caballero Andrew Michael Ramsay (1)

Ambas versiones (1736 - 1737), son las publicadas por P. Négrier en su libro Textes fondateurs de la Tradition maçonnique; de donde se han traducido al español.
Discurso del Señor caballero de Ramsay, pronunciado en la Logia de San Juan el 26 de Diciembre de 1736.

Señores: El noble entusiasmo que ustedes demuestran para ingresar en la antigua y muy ilustre Orden de los Francmasones es una prueba evidente de que ya poseen todas las cualidades necesarias para convertirse en sus miembros. Estas cualidades son la filantropía, el secreto inviolable y el gusto por las bellas artes. Licurgo, Solón, Numa y todos los demás legisladores políticos no lograron que sus instituciones llegaran a ser duraderas: por muy sabias que hayan sido sus leyes, no han podido extenderse a todos los países y perdurar a través de los siglos. Puesto que se fundamentaban en las victorias y las conquistas, en la violencia militar y en el dominio de un pueblo sobre otro, no han podido llegar a ser universales ni adaptarse al gusto, al genio y a los intereses de todas las naciones. No se basaban en la filantropía: el falso amor por una parcela de hombres, quienes habitan una pequeña región del universo que se llama patria, destruía en todas estas repúblicas guerreras el amor por la humanidad en general. Los hombres, fundamentalmente, no se diferencian por las lenguas que hablan, las ropas que visten o los rincones de este hormiguero que habitan.
El mundo entero no es más que una gran república, en la cual cada nación es una familia y cada individuo un niño. Señores, nuestra sociedad se estableció para hacer revivir y propagar las antiguas máximas tomadas de la naturaleza del ser humano. Queremos reunir a todos los hombres de gusto sublime y de humor agradable mediante el amor por las bellas artes, donde la ambición se vuelve una virtud y el sentimiento de benevolencia por la cofradía es el mismo que se tiene por todo el género humano, donde todas las naciones pueden obtener conocimientos sólidos y donde los súbditos de todos los reinos pueden cooperar sin celos, vivir sin discordia, y amarse mutuamente.
Sin renunciar a sus principios, desterramos de nuestras leyes todas las disputas que pueden alterar la tranquilidad del espíritu, la delicadeza de las costumbres, los sentimientos afectuosos, la alegría legítima, y aquella armonía absoluta que sólo se encuentra en la eliminación de todos los excesos indebidos y de todas las pasiones discordantes.
Asimismo tenemos nuestros misterios: son signos que representan nuestra ciencia, jeroglíficos muy antiguos y palabras que se tomaron de nuestro arte; todos ellos componen un lenguaje algunas veces mudo y otras muy elocuente para comunicarse a grandes distancias, y para reconocer a nuestros hermanos sin importar su lengua o país. En un primer momento, a los que ingresan nada más se les da a conocer el sentido literal. Es sólo a los adeptos que se les revela el sentido sublime y simbólico de nuestros misterios. Es así como los orientales, los egipcios, los griegos y los sabios de todas las naciones ocultaban sus dogmas (2) por medio de figuras, símbolos y jeroglíficos.
A menudo, el sentido literal de nuestras leyes, de nuestros ritos y de nuestros secretos sólo ofrece a la razón un sinnúmero de palabras ininteligibles; sin embargo, los iniciados encuentran en ellos un manjar exquisito que alimenta, que eleva, y que le recuerda al espíritu las verdades más sublimes. Ha sucedido con nosotros lo que casi nunca ha sucedido con otra sociedad.
Nuestras logias se han instaurado hace mucho tiempo y se difunden hoy por todas las naciones civilizadas del mundo; sin embargo, entre tan numerosa multitud de hombres ningún hermano jamás ha traicionado nuestro secreto. Desde el momento en que comienzan a formar parte de nuestra cofradía, las personas más frívolas, las más indiscretas y las menos instruidas aprenden a guardar para sí mismas esta gran ciencia: entonces, parecen transformarse y convertirse en hombres nuevos, impenetrables y penetrantes al mismo tiempo. Si alguien rompiera los juramentos que nos unen, no tenemos ninguna ley penal excepto el remordimiento de conciencia y la exclusión de nuestra sociedad, según las siguientes palabras de Horacio:
Est et fideli tuta silentio Merces: vetabo, qui Cereris sacrum Vulgarit arcanae, sub isdem Sit trabibus, fragilemve mecum Solvat phaselum.
Horacio, antiguamente, fue orador de una gran logia establecida en Roma por Augusto, mientras Mecenas y Agripa eran sus vigilantes. Las mejores odas de este poeta son himnos que compuso para que se cantaran en nuestras orgías. Sí, señores, las famosas fiestas de Ceres en Eleusis, de las cuales habla Horacio, así como las de Minerva en Atenas y las de Isis en Egipto no eran otra cosa que logias de nuestros iniciados, donde se celebraban nuestros misterios con las comidas y las libaciones pero sin los excesos, los desenfrenos y sin la intemperancia en que cayeron los paganos, después de haber abandonado la sabiduría de nuestros principios y la pureza de nuestras máximas.
El gusto por las artes liberales es la tercera cualidad que se requiere para entrar en nuestra Orden, la perfección de este gusto es la esencia, el fin y el objeto de nuestra unión. De todas las ciencias matemáticas, la de la Arquitectura, ya sea civil, naval o militar es, sin duda, la más útil y la más antigua. Es a través de ella que nos defendemos contra las injurias del aire, contra la inestabilidad de las olas y sobre todo contra el furor de otros hombres.
Es por medio de nuestro arte que los mortales han encontrado el secreto de construir casas y urbes con el propósito de reunir las grandes sociedades; el secreto de recorrer los océanos para llevar de uno a otro hemisferio las riquezas de la tierra y de los mares y en fin el secreto de construir murallas y máquinas contra un enemigo más terrible que los elementos y los animales, quiero decir contra el hombre mismo que no es más que una bestia feroz, a menos que su naturaleza sea templada con la dulzura, la paz y la filantropía de las máximas que reinan en nuestra sociedad.
Tales son, señores, las cualidades que se requieren en nuestra Orden de la cual revelaremos ahora, en pocas palabras, el origen y la historia.
Nuestra ciencia es tan antigua como el género humano, pero no se debe confundir la historia general del arte con la historia particular de nuestra sociedad. Han existido en todos los países y en todos los siglos arquitectos, pero todos estos arquitectos no eran francmasones iniciados en nuestros misterios. Cada familia, cada república y cada imperio cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos tiene su fábula y su verdad, su leyenda y su historia, su ficción y su realidad. La diferencia que hay entre nuestras tradiciones y aquellas de todas las demás sociedades humanas es que las nuestras están fundadas en los anales del pueblo más antiguo del universo, el único que hoy conserva el mismo nombre que tenía antiguamente, que no se confunde con las otras naciones aunque esté disperso por todas partes y en fin, el único que ha conservado sus libros antiguos, al contrario de casi todos los demás pueblos en los que éstos se han perdido. Por lo tanto, he aquí lo que he podido recopilar sobre nuestro origen en los antiquísimos archivos de nuestra Orden, en las actas del Parlamento de Inglaterra que hablan frecuentemente de nuestros privilegios, y en la jurisdicción actual de un país que ha sido el centro de nuestra ciencia arcana desde el siglo décimo. Señores, dígnense prestar más atención; hermanos vigilantes protejan la logia, aparten de este lugar la vulgaridad profana. Procul oh procul este profani, odi profanum vulgus et arceo, favete linguis.
El gusto supremo por el orden, la simetría y la proyección sólo pueden ser inspirados por el Gran Geómetra, arquitecto del Universo, cuyas ideas eternas son los modelos de la belleza verdadera. Además, vemos en los anales sagrados del legislador de los judíos que Dios mismo fue el que enseñó al restaurador del género humano las proporciones de la construcción flotante que tenía como función preservar durante el diluvio los animales de todas las especies para que repoblaran nuestro globo, cuando saliera del seno de las aguas. Por consiguiente, Noé debe ser considerado como el autor y el inventor de la arquitectura naval así como el primer gran maestro de nuestra Orden.
La ciencia arcana fue trasmitida por medio de una tradición oral desde Noé hasta Abraham y los patriarcas, el último de los cuales llevó nuestro arte sublime a Egipto. Fue José quien dio a los egipcios la primera idea para la construcción de los laberintos, de las pirámides y de los obeliscos que se han admirado en todas las épocas. Es por esta tradición patriarcal que nuestras leyes y nuestras máximas se difundieron en Asia, Egipto, Grecia y entre todos los Gentiles; sin embargo, rápidamente nuestros misterios fueron alterados, degradados, deformados y mezclados con supersticiones y la ciencia secreta sólo se conservó pura entre el pueblo de Dios.
Moisés, inspirado por el Altísimo, hizo construir en el desierto un templo móvil de acuerdo con el modelo que se le había revelado en una visión celeste en la cumbre de la montaña sagrada, prueba evidente de que las leyes de nuestro arte se observan en el mundo invisible donde todo es armonía, orden y proporción. Este tabernáculo ambulante, copia del palacio invisible del Altísimo, que es el mundo superior, se convirtió después en modelo del famoso templo de Salomón el más sabio de los reyes y de los mortales. Este edificio soberbio sostenido por mil quinientas columnas de mármol de Paros, con más de dos mil ventanas, con capacidad para cuatrocientas mil personas, fue construido en siete años por más de tres mil príncipes o maestros masones que tenían por jefe a Hiram–Abif gran maestro de la logia de Tiro, a quién Salomón confió todos nuestros misterios. Fue el primer mártir de nuestra Orden… su fidelidad se debe conservar… su ilustre sacrificio. Después de su muerte, el rey Salomón escribió en jeroglíficos nuestro estatuto, nuestras máximas y nuestros misterios, y este libro antiguo es el código original de nuestra Orden. Después de la destrucción del primer templo y el cautiverio de la nación escogida, el ungido del Señor, el gran Ciro que se había iniciado en todos nuestros misterios designó a Zorobabel como gran maestro de la logia de Jerusalén, y le ordenó poner los cimientos del segundo templo donde fue depositado el misterioso Libro de Salomón.
Durante doce siglos este Libro se conservó en el templo de los israelitas, pero después de la destrucción del segundo templo y la dispersión de este pueblo durante el imperio de Tito, el antiguo libro se extravió hasta el tiempo de las cruzadas, cuando se encontró parte de él después de la toma de Jerusalén. Se descifró este código sagrado y sin penetrar en el espíritu sublime de todos los jeroglíficos que se encontraron, se resucitó nuestra antigua Orden de la cual Noé, Abraham, los patriarcas, Moisés, Salomón y Ciro habían sido los primeros grandes maestros. He ahí, señores, nuestras antiguas tradiciones. He aquí ahora nuestra verdadera historia.
Desde los tiempos de las guerras santas en Palestina, varios príncipes, señores y artistas se unieron, hicieron voto de restablecer los templos de los cristianos en Tierra santa, se comprometieron por medio de un juramento a emplear su ciencia y sus bienes para devolver la arquitectura a su primitiva constitución, rescataron todos los antiguos signos y las palabras misteriosas de Salomón, para distinguirse de los infieles y reconocerse mutuamente... (y decidieron) unirse íntimamente con.... Desde entonces y después, nuestras logias llevaron el nombre de logias de San Juan (3) en todos los países.
Esta unión se hizo a imitación de los israelitas cuando construyeron el segundo templo. Mientras unos usaban la paleta y el compás, los otros los defendían con la espada y el escudo.
Después de los grandes reveses de las guerras sagradas, la decadencia de las armadas cristianas, y el triunfo de Bendocdor Sultán de Egipto durante la octava y última cruzada, el hijo de Enrique III de Inglaterra, el gran príncipe Eduardo, viendo que ya no había seguridad para sus hermanos masones en Tierra santa quiso que todos lo acompañaran cuando las tropas cristianas se retiraron y esta colonia de adeptos se estableció así en Inglaterra. Puesto que este príncipe estaba dotado de todas las cualidades del espíritu y del corazón que forman a los héroes, amó las bellas artes y sobre todo nuestra gran ciencia. Estando en el trono, se declaró gran maestro de la Orden, le otorgó varios privilegios y franquicias, y desde entonces los miembros de nuestra cofradía tomaron el nombre de francmasones.
Desde esta época Gran Bretaña se convirtió en la sede de la ciencia arcana, en la conservadora de nuestros dogmas y en la depositaria de todos nuestros secretos.
Desde las islas británicas la antigua ciencia comienza a pasar a Francia. La nación más espiritual de Europa se convertirá en el centro de la Orden y derramará en nuestros estatutos las gracias, la delicadeza y el buen gusto, cualidades esenciales en una Orden cuya base es la sabiduría, la fuerza y la belleza del genio
. Es en nuestras logias que en lo sucesivo los franceses verán, sin viajar, como en una pintura sintetizada, las características de todas las naciones y es aquí donde los extranjeros aprenderán por experiencia que Francia es la verdadera patria de todos los pueblos.
Discurso pronunciado en la Recepción de los Francmasones por el Señor de Ramsay, Gran Orador de la Orden, 1737.

Señores:
El noble entusiasmo que ustedes demuestran para ingresar en la antigua y muy ilustre Orden de los francmasones es una prueba evidente de que ya poseen todas las cualidades necesarias para formar parte de ella. Estas cualidades son la filantropía prudente, la moral pura, el secreto inviolable y el gusto por las bellas artes.
Licurgo, Solón, Numa y todos los demás legisladores políticos no lograron que sus instituciones perduraran; por muy sabias que hayan sido sus leyes, no han podido extenderse a todos los países ni adaptarse al gusto, al genio y a los intereses de todas las naciones. En efecto, no se fundamentaban en la filantropía. El amor por la patria mal entendido y llevado al exceso destruía a menudo en todas estas repúblicas guerreras el amor por la humanidad en general. Los hombres, fundamentalmente, no se diferencian por las lenguas que hablan, las ropas que llevan, los países que habitan ni por las dignidades de las que están investidos. El mundo entero no es más que una gran república, en la cual cada nación es una familia y cada individuo un niño. Nuestra sociedad se estableció para hacer revivir y para propagar las antiguas máximas tomadas de la naturaleza del hombre. Queremos reunir a todos los hombres de mente preclara y de humor agradable no sólo mediante el amor por las bellas artes, sino además mediante los grandes principios de la virtud; en ellos, el interés por la confraternidad se vuelve interés por todo el género humano, por su medio todas las naciones pueden obtener conocimientos sólidos y todos los súbditos de los diferentes reinos pueden cooperar sin celos, vivir sin discordia y quererse mutuamente sin renunciar a su patria.
Nuestros ancestros, los Cruzados, procedentes de todos los lugares de la cristiandad y reunidos en Tierra santa, quisieron de esta forma agrupar a los súbditos de todas las naciones en una sola confraternidad. Qué no le debemos a estos hombres superiores quienes, sin intereses vulgares y sin escuchar el deseo natural de dominar, imaginaron una institución cuyo único fin es reunir las mentes y los corazones con el propósito de que sean mejores. Y, sin ir contra los deberes que los diferentes estados exigen, formar con el tiempo una nación espiritual en la cual se creará un pueblo nuevo que, al tener características de muchas naciones, las cimentará todas, por así decirlo, con los vínculos de la virtud y de la ciencia.
La sana moral es el segundo requisito de nuestra sociedad. Las Ordenes religiosas se establecieron para que los hombres llegaran a ser cristianos perfectos; las Ordenes militares para inspirar el amor por la gloria noble; la Orden de los francmasones se estableció para formar hombres y hombres amables, buenos ciudadanos y buenos súbditos, inviolables en sus promesas, fieles adoradores del Dios de la amistad, más amantes de la virtud que de las recompensas.
Polliciti servare fidem, sanctumque vereri Numen amicitiae, mores, non munera amare.
Sin embargo, no nos limitamos a las virtudes puramente civiles. Tenemos entre nosotros tres categorías de hermanos: principiantes o aprendices, compañeros o profesos, maestros o perfectos. A los primeros les damos a conocer las virtudes morales y filantrópicas, a los segundos las virtudes heroicas; a los últimos las virtudes sobrehumanas y divinas. De manera que nuestra institución encierra toda la filosofía de los sentimientos y toda la teología del corazón. Es por esta razón que uno de nuestros venerables hermanos, en una oda llena de noble entusiasmo, dijo:
Francmasones, ilustre Gran Maestro Reciban mis primeros arrebatos En mi corazón la orden los hace nacer; ¡Feliz! si nobles esfuerzos Me hacen merecedor de la estima de ustedes, Me elevan a lo sublime verdadero A la primera verdad A la esencia pura y divina Del alma celeste origen Fuente de vida y de claridad.
Puesto que una filosofía severa, solitaria, triste y misantrópica les quita a los hombres el gusto por las virtudes, nuestros ancestros los Cruzados quisieron que ésta resultara amable con el atractivo de los placeres inocentes, de una música agradable, de un gozo puro y de una alegría moderada. Nuestros sentimientos no son lo que el mundo profano y el vulgo ignorante se imaginan. Todos los vicios del corazón y del espíritu están desterrados, así como la irreligión y el libertinaje, la incredulidad y el desenfreno.
Es con este espíritu que uno de nuestros poetas dice:
Seguimos hoy senderos poco recorridos Nos esforzamos por construir y todas nuestras construcciones Son o cárceles para los vicios O templos para las virtudes. Nuestras cenas se parecen a los virtuosos banquetes de Horacio en los cuales uno se sustentaba de todo lo que podía iluminar el espíritu, perfeccionar el corazón e inspirar el gusto por lo verdadero, lo bueno y lo bello:
O! noctes, coenaeque Deum... Sermo oritur non de regnis domibusve alienis; ...sed quod magis ad nos Pertinet, et nescire malum est, agitamus; utrumne Divitiis homines, an sint virtute beati; Quidve ad amicitias usus rectumve trahat nos Et quae sit natura boni, summumque quid ejus.
Aquí el amor por todos los anhelos se fortifica. Desterramos de nuestras logias toda disputa que podría alterar la tranquilidad del espíritu, la dulzura de las costumbres, los sentimientos de amistad y la armonía perfecta que tan sólo se encuentra en la eliminación de todos los excesos indebidos y de todas las pasiones discordantes. Por lo tanto, las obligaciones que la Orden les impone son: proteger a los hermanos por medio de la autoridad, esclarecerlos con sus conocimientos, edificarlos con las virtudes que ustedes poseen, socorrerlos en sus necesidades, sacrificar todo resentimiento personal y buscar todo lo que puede contribuir a la paz, a la concordia y a la unión de la sociedad.
Tenemos secretos: son signos figurativos y palabras sagradas que constituyen un lenguaje a veces mudo y a veces muy elocuente, con el fin de transmitirlo a grandes distancias y reconocer a nuestros hermanos sin importar su lengua o país. Eran, aparentemente, palabras de guerra que los Cruzados se intercambiaban para protegerse de las sorpresas de los Sarracenos, que a menudo se infiltraban disfrazados para traicionarlos y asesinarlos. Estos signos y estas palabras nos recuerdan un aspecto de nuestra ciencia, una virtud moral o un misterio de la fe.
Ocurrió con nosotros lo que muy difícilmente ha sucedido con otra sociedad. Nuestras logias se han constituido y se difunden hoy en todas las naciones civilizadas y sin embargo, a pesar de tanta multitud de hombres, nunca ningún hermano ha traicionado nuestros secretos. Las personas más frívolas, las más indiscretas y las menos instruidas a guardar silencio, aprenden esta gran ciencia tan pronto como entran en nuestra sociedad. ¡ Tan grande es el poder que la idea de unión fraterna tiene sobre los espíritus! Este secreto inviolable contribuye de forma poderosa a vincular los súbditos de todos los países y a volver fácil y mutua la comunicación de las buenas acciones. Encontramos muchos ejemplos de lo anterior en los Anales de nuestra Orden: nuestros hermanos que viajaban a diferentes países de Europa, al encontrarse en una necesidad, se dieron a conocer a nuestras logias y enseguida fueron colmados de toda la ayuda necesaria. Incluso en la época de las guerras más sangrientas, algunos ilustres prisioneros encontraron hermanos donde no creían encontrar más que enemigos. Si alguien rompiera las promesas solemnes que nos vinculan, ustedes saben señores, que las penas más grandes son el remordimiento de la conciencia, la vergüenza por su perfidia y la exclusión de nuestra sociedad según las bellas palabras de Horacio:
Est et fideli tuta silentio Merces; vetabo qui Cereris sacrum Vulgarit arcanae, sub isdem Sit trabibus, fragilemve mecum Solvat phaselum...
Sí señores, las famosas fiestas de Ceres en Eleusis, de las que habla Horacio, así como aquellas de Isis en Egipto, de Minerva en Atenas, de Urania entre los Fenicios y de Diana en Escitia tenían relación con nuestras solemnidades. En estas fiestas se celebraban misterios donde se podían encontrar muchos vestigios de la antigua religión de Noé y de los patriarcas; luego se cerraban con banquetes y libaciones, pero sin los excesos, los desenfrenos y la intemperancia en que cayeron poco a poco los paganos.
Admitir personas de uno y otro sexo en las asambleas nocturnas, oponiéndose así a la primitiva institución, fue la causa de todas las infamias. Es para prevenir semejantes abusos que las mujeres están excluidas de nuestra Orden. No es que somos injustos por considerar el sexo como incapaz de mantener un secreto, sino que su presencia podría alterar ligeramente la pureza de nuestras máximas y de nuestras costumbres: Si el sexo está desterrado, que no haya alarma No es un ultraje a su fidelidad Sino que tememos que al entrar el amor con sus encantos Produzca el olvido de la fraternidad. Los nombres de hermano y amigo serían débiles armas Para proteger los corazones contra la rivalidad. La cuarta cualidad que se requiere para entrar en nuestra Orden es el gusto por las ciencias útiles y por las artes liberales de todo género; así la Orden exige de cada uno de ustedes contribuir con su protección, su liberalidad o su trabajo a una gran obra para la cual ninguna Academia y ninguna universidad pueden ser suficientes, porque todas las sociedades particulares, al estar compuestas de una cantidad muy pequeña de hombres, no pueden abarcar con su trabajo un objetivo tan inmenso. Todos los Grandes Maestros de Alemania, de Inglaterra, de Italia y de toda Europa exhortan a todos los eruditos y a todos los artistas de la confraternidad a unirse con el fin de proveer la documentación para un Diccionario universal de todas las artes liberales y de todas las ciencias útiles, con la única excepción de la teología y la política. Ya se ha comenzado la obra en Londres; pero con la unión de nuestros hermanos se podrá llevar a su perfección en pocos años. En ella se explicará no sólo el vocablo técnico y su etimología, sino que se presentará también la historia de la ciencia y del arte, sus grandes principios y la manera de trabajar con ellos. De este modo se reunirán las inteligencias de todas las naciones en una única obra, que será como un depósito general, y una biblioteca universal de todo lo bello, grande, luminoso, sólido y útil que existe en todas las ciencias naturales y en todas las artes nobles. Esta obra aumentará cada siglo, a medida que aumenten los conocimientos; es así como se difundirá una noble emulación en el gusto por las Bellas letras y por las Bellas artes en toda Europa.
El nombre de francmasones no debe por lo tanto ser tomado en sentido literal, vulgar y material, como si nuestros instructores hubieran sido simples trabajadores de la piedra o del mármol, o simplemente genios curiosos que querían perfeccionar las artes. No sólo eran hábiles arquitectos que querían consagrar sus talentos y sus bienes a la construcción de los templos exteriores, sino también príncipes religiosos y guerreros que querían iluminar, edificar y proteger los templos vivos del Altísimo. Es lo que seguidamente daré a conocer desarrollando para ustedes el origen y la historia de la Orden.
Toda familia, toda república y todo imperio cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos tiene su fábula y tiene su verdad, su leyenda y su historia, su ficción y su realidad. Algunos consideran que nuestra institución se remonta al tiempo de Salomón, de Moisés, de los patriarcas, de Noé mismo. Otros pretenden que nuestro fundador fue Enoc, el nieto del Protoplasta que construyó la primera ciudad y la llamó con su nombre.
Mencioné brevemente este origen fabuloso antes de llegar a nuestra historia verdadera. He aquí, por lo tanto, lo que he podido recoger en los muy antiguos Anales de la historia de Gran Bretaña, en las actas del Parlamento de Inglaterra, que hablan a menudo de nuestros privilegios, y en la tradición viva de la nación británica que, desde el siglo once, ha sido el centro y la sede de nuestra confraternidad.
Desde la época de las guerras santas en Palestina, muchos príncipes, señores y ciudadanos se unieron, hicieron voto de restablecer los templos de los cristianos en Tierra santa y, por medio de un juramento, se comprometieron a emplear sus talentos y sus bienes para devolver la arquitectura a su constitución primitiva. Adaptaron de común acuerdo varios antiguos signos, palabras simbólicas tomadas del fondo de la religión, para diferenciarse de los infieles y reconocerse con respecto a los Sarracenos. Estos signos y estas palabras sólo se comunicaban a los que prometían solemnemente, incluso con frecuencia a los pies del altar, no revelarlos nunca. Esta promesa sagrada ya no era entonces un juramento execrable, como se cuenta, sino un vínculo respetable para unir a los hombres de todas las naciones en una misma confraternidad. Tiempo después, nuestra Orden se unió íntimamente con los caballeros de San Juan de Jerusalén. Desde entonces nuestras logias llevaron el nombre de las logias de San Juan en todos los países.(3) Esta unión se llevó a cabo a imitación de los israelitas cuando construyeron el segundo templo, mientras trabajaban con una mano con la llana y el mortero, llevaban en la otra la espada y el escudo (Esdras cap. IV, v. 16).
Nuestra Orden por consiguiente no se debe considerar como una renovación de las bacanales y una fuente de excesivo derroche, de libertinaje desenfrenado y de intemperancia escandalosa, sino como una Orden moral, instituida por nuestros ancestros en Tierra santa para hacer recordar las verdades más sublimes, en medio de los inocentes placeres de la sociedad. Los reyes, los príncipes y los señores, regresando de Palestina a sus países, establecieron diferentes logias. Desde la época de las últimas cruzadas ya se observa la fundación de muchas de ellas en Alemania, Italia, España, Francia y de allí en Escocia, a causa de la íntima alianza que hubo entonces entre estas dos naciones.
Jacobo Lord Estuardo de Escocia fue Gran Maestro de una logia que se estableció en Kilwinning en el oeste de Escocia en el año 1286, poco tiempo después de la muerte de Alejandro III rey de Escocia, y un año antes de que Jean Baliol subiera al trono. Este señor escocés inició en su logia a los condes de Gloucester y de Ulster, señores inglés e irlandés.
Poco a poco nuestras logias, nuestras fiestas y nuestras solemnidades fueron descuidadas en la mayoría de los países en los que se habían establecido. Esta es la razón del silencio de los historiadores de casi todos los reinos con respecto a nuestra Orden, a excepción de los historiadores de Gran Bretaña. Sin embargo, éstas se conservaron con todo su esplendor entre los escoceses, a los que nuestros reyes confiaron durante muchos siglos la custodia de su sagrada persona. Después de los deplorables reveses de las cruzadas, la decadencia de las armadas cristianas y el triunfo de Bendocdar Sultán de Egipto, durante la octava y última cruzada, el hijo de Enrique III de Inglaterra, el gran príncipe Eduardo, viendo que ya no había seguridad para sus hermanos en Tierra santa los hizo regresar a todos cuando las tropas cristianas se retiraron, y fue así como se estableció en Inglaterra esta colonia de hermanos. Puesto que este príncipe estaba dotado de todas las cualidades del corazón y del espíritu que forman a los héroes, amó las bellas artes, se declaró protector de nuestra Orden, le otorgó muchos privilegios y franquicias y desde entonces los miembros de esta confraternidad tomaron el nombre de francmasones.
Desde este momento Gran Bretaña se volvió la sede de nuestra ciencia, la conservadora de nuestras leyes y la depositaria de nuestros secretos. Las fatales discordias de religión que inflamaron y desgarraron Europa en el siglo dieciséis hicieron que nuestra Orden se desviara de la grandeza y nobleza de su origen. Se cambiaron, se disfrazaron o se suprimieron muchos de nuestros ritos y costumbres que eran contrarios a los prejuicios de la época. Es así como muchos de nuestros hermanos olvidaron, al igual que los judíos antiguos, el espíritu de nuestra ley y sólo conservaron su letra y su apariencia exterior. Nuestro Gran Maestro, cuyas cualidades respetables superan aún su nacimiento distinguido, quiere regresar todo a su constitución inicial, en un país en que la religión y el Estado no pueden más que favorecer nuestras leyes.
Desde las islas británicas, la antigua ciencia comienza a pasar a Francia otra vez bajo el reino del más amable de los reyes, cuya humanidad es el alma de todas las virtudes, con la intervención de un Mentor que ha realizado todo lo fabuloso que se había imaginado. En este momento feliz en que el amor por la paz se vuelve la virtud de los héroes, la nación más espiritual de Europa llegará a ser el centro de la Orden; derramará sobre nuestras obras, nuestros estatutos y nuestras costumbres, las gracias, la delicadeza y el buen gusto, cualidades esenciales en una Orden cuya base es la sabiduría, la fuerza y la belleza del genio. Es en nuestras logias futuras, como en escuelas públicas, donde los franceses verán, sin viajar, las características de todas las naciones y es en estas mismas logias donde los extranjeros aprenderán por experiencia que Francia es la verdadera patria de todos los pueblos.
Patria gentis humanae.

NOTAS
(1) El caballero Andrew Michael Ramsay nació en 1686 en Ayr, Escocia, y murió en Saint-Germain-en-Laye, Francia, en 1743. Fue preceptor de grandes familias: Wemyss, Sassenage, Estuardo (Roma, 1724), Château-Thierry, Bouillon. Fue hecho Caballero de San Lázaro por el duque de Orleáns, regente de Francia y Gran Maestre de esa Orden, en 1723. Escritor, es autor entre otras obras de "The Philosophical principles of natural and revealed religion unfolded in geometrical order, 1748". Gran Orador de la Orden en Francia, su Discurso, del que ofrecemos las dos versiones, es un testimonio muy conocido –famoso– sobre el pensamiento esotérico presente en los "altos grados" del "Escocismo", discurso al que se ha llegado a atribuir el origen de éstos, y no sólo el ser expresión de una corriente ya existente. El primero fue pronunciado en la logia parisina Saint Thomas nº 1, la primera Logia fundada en Francia, en 1725, por nobles ingleses, dos de los cuales serían, después del duque de Wharton, los primeros Grandes Maestres de la Masonería en dicho país. El segundo, ante una asamblea general de la Orden en Francia. De acuerdo al Diccionario de D. Ligou, "es sobre todo el Discurso de Ramsay el que hace de él una de las columnas de la Masonería francesa."

(2) El término "dogmas" en el lenguaje del s. XVIII debe interpretarse como "creencias" o experiencias de orden intelectual–espiritual.

(3) Como se sabe, el tema de los dos San Juan es mucho más profundo: corresponden al simbolismo de Jano entre los romanos (a sus dos rostros visibles), vinculado con los dos solsticios en el año y las dos columnas en la Logia, norte y sur, puntos extremos del sol que señalan las dos puertas de la caverna iniciática.

Celebran el Día de la Unidad Masónica

El trabajo común, la legalidad, la libertad, la tolerancia y el respeto a la pluralidad son baluartes para cimentar el presente y el futuro de nuestra sociedad, afirmó el gobernador Marcelo de los Santos, al reunirse con integrantes de la Gran Logia El Potosí.

El Gran Maestro de la Logia El Potosí, José Refugio Araujo del Ángel, señaló que “en el ejercicio de la libertad habremos de encontrar la solución a nuestros problemas, por más complejos o difíciles que los veamos”.

El evento se desarrolló en las instalaciones de la Gran Logia El Potosí, en presencia de más de un centenar de masones, así como con la distinguida presencia del presidente del Consejo Nacional de Paz Grandes Maestros, Carlos Quintanilla Yerena, a efecto de celebrar una década de la recomposición de la masonería, así como el Día de la Unidad Masónica.

En su intervención, el Gobernador Marcelo de los Santos expresó que erigir un México mejor para todos es una tarea unificadora, en la cual, la suma de voluntades permite enfrentar los retos más grandes, así como las adversidades que aún mantienen en condiciones difíciles a muchas familias mexicanas. Por ello, el jefe del Ejecutivo hizo un reconocimiento a la comunidad masónica por su compromiso de San Luis Potosí y con México.

Por su parte, José Refugio Araujo indicó que los masones no dudan que la búsqueda de coincidencia y la acción conciliatoria de diferentes corrientes ideológicas permitirán que México tome su camino hacia el desarrollo.

Además, reconoció que en las dos últimas décadas hemos transitado hacia el pluripartidismo, que ha permitido la participación de grupos que antes se sentían en una situación de clandestinidad, así como de partidos que se sentían marginados, lo que ha propiciado un ambiente democrático.



Fuente: http://www.planoinformativo.com/vernotas.php?id=20152&seccion=1

06 junio, 2006

JAVIER OTAOLA

DEFENSOR DEL VECINO EN VITORIA Y ESCRITOR

«Todo ser humano es un filósofo en potencia, lo quiera o no»
El Síndico descubre las bases de la masonería en el ensayo que presentará el viernes Maite Pagazaurtundua en la capital alavesa

MARÍA ZABALETA/VITORIA

Se acercó a la masonería hace 24 años por mera curiosidad y terminó por convertirse en masón, en un constructor de su propia vida. El Defensor del Vecino de Vitoria, Javier Otaola, recoge ahora en su ensayo 'Razón y sentido. La metáfora masónica' sus experiencias y vivencias en torno al apasionante mundo de las logias desde un punto de vista histórico y personal. Maite Pagazaurtundua, hermana del concejal socialista asesinado por ETA, será la encargada de presentar la obra el próximo viernes en la Casa del Libro de la capital alavesa.

-Su ensayo ha requerido un largo proceso de 25 años.

-Ha sido un proceso natural de reflexión sobre una actividad en la que me he involucrado personalmente, que me ha incitado a investigar cuáles son los orígenes filosóficos de esta tradición, qué significan sus símbolos o el porqué de un método simbólico como éste en la actualidad. Ha sido una experiencia personal interesante pero también he querido que este libro sirva como una aproximación para otras personas que tengan cierta curiosidad en el tema.

Las logias

-¿Qué es la masonería?

-La masonería pretende abrir un camino hacia una experiencia filosófica a la gente corriente. Es una experiencia filosófica no académica que permite reflexionar sobre la vida, sobre el bien, sobre el mal, sobre las cosas que a todos nos pueden llegar a inquietar y que en la vida cotidiana no tenemos la oportunidad de abordar.

-¿Cuál es su razón de ser?

-El ser humano es un ser que se hace preguntas filosóficas. A veces por temor no nos las contestamos y nos dejamos llevar por lo cotidiano pero todo ser humano es un filósofo en potencia, quiera o no. Y en el contexto de la logia todo se prepara para que esa comunicación, filosófica entre comillas, sea posible entre gente ordinaria.

-¿Dónde hunde sus raíces?

-En una tradición medieval, la de las hermandades de constructores. Masón quiere decir constructor y filosofar, de alguna forma, también es construir, construirse. Los constructores medievales descubrieron que su actividad profesional era también una forma de reflexionar sobre la vida y de construirse a sí mismos.

-¿Cómo son esas logias?

-La masonería pretende reconstruir en cada una de sus reuniones una especie de taller de arquitectos. Utilizamos una serie de herramientas, como un mazo, un cincel, una escuadra, una regla y el local está decorado con elementos referentes a la arquitectura. En ese marco estético, buscamos un nivel de comunicación y de intimidad que nos permita hablar de cosas que no se hablan normalmente en la vida ordinaria.

-Dice ilustración, iniciación y metáfora son los tres conceptos clave para entender la masonería. ¿Por qué?

-La ilustración es un símbolo de luz que se refiere a la necesidad que tiene el ser humano de esclarecerse a sí mismo. El hombre no se conforma con vivir en la oscuridad y busca en la razón y en la reflexión un camino de iluminación. Tiene también un componente iniciático, que es todo aquello que tiene capacidad para transformarnos. También resulta metafórico porque la fórmula con que la masonería pretende ayudarnos a buscar ese camino de esclarecimiento personal es proponernos que asumamos la vida como una obra arquitectónica.

-¿Es lo que los masones denominan el Arte Real?

-Efectivamente. El Arte Real es el arte de las artes, el arte de la vida. Es hacer de la vida una obra de arte y aplicar sobre ella de manera metafórica los mismos principios que se aplican a la arquitectura.

Género policiaco

-¿Por qué ha querido que sea Maite Pagazaurtundua, una de las voces más contundentes de las víctimas del terrorismo, quien presente el viernes este ensayo?

-Es una persona a la que le gustan estos temas. Además, le tengo un gran afecto personal y la admiro por su valor cívico y por lo que representa políticamente. Me pareció la persona indicada para presentar el libro y estoy encantado de que haya aceptado.

-Tras este paréntesis filosófico, regresa al género policiaco en su próxima novela, una secuela de su obra 'Brocheta de carne'. ¿Echaba de menos la aventura?

-Me gusta el género policiaco, me parece que la Ertzaintza tiene una imagen muy cinematográfica como Policía de investigación criminal y me estimula encuadrar una aventura policiaca en este contexto.

Fuente:
http://www.elcorreodigital.com/alava/pg060606/prensa/noticias/
Cultura_ALA/200606/06/ALA-CUA-337.html

Masones no quieren discusión apresurada para cambiar la LOCE

Tras reunirse con el presidente del Senado Eduardo Frei, el Gran Maestro de la Logia Masónica Jorge Carvajal se mostró partidario de no realizar una discusión apresurada de los cambios que se pretende aplicar a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE).“Para los cambios que se piden de la LOCE, se requieren consensos que yo creo que en este momento no existen”, dijo Carvajal, refiriéndose a que en este momento no existe el “piso” suficiente para reformar la cuestionada normativa. El Gran Maestro advirtió en este sentido que “las diferencias que hay entre el gobierno y la oposición son bastante agudas, y en consecuencia yo no veo fácil lograr los quorums para modificar la LOCE”. Sin embargo, planteó que “si se logra hacer conversaciones calmadas y maduradas se puede avanzar. Estas no son materias en las cuales se puedan tomar acuerdos de un día para otro, porque si no, al discutir estas situaciones apresuradamente las cosas no resultan”. Respecto a la situación actual del movimiento estudiantil, Carvajal dijo que los anuncios formulados por la Presidenta Michelle Bachelet el jueves pasado eran “suficientes” para poner fin al movimiento estudiantil expresado en tomas y paros. “Concordamos un poco con el senador Frei en que si las cosas se hubieran detenido cuando la Presidenta Bachelet hizo los anuncios habría sido suficiente, porque no se han cerrado caminos sino que se abrieron algunos caminos. Y el gobierno entregó gran parte de lo que los estudiantes pedían, ya que los otros temas son de largo alcance”, estimó.

Fuente:

http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/
artic/20060605/pags/20060605182444.html

Logia Masónica pide generar consensos para concretar cambios a LOCE

Gran maestro del organismo consideró que para modificar la normativa es necesario un amplio consenso. También pidió retomar el rol "asistencialista" del Estado en materia educacional.

La Logia Masónica de Chile formuló un llamado a que los cambios que se pretenden introducir a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) sean discutidos con detención.

Tras reunirse con el presidente del Senado, Eduardo Frei Ruiz-Tagle (DC), el gran maestro del organismo, Jorge Carvajal, consideró que para modificar la normativa es necesario un amplio consenso.

"Para los cambios que se piden de la LOCE se requieren consensos que yo creo que en este momento no existen. Las diferencias que hay entre el gobierno y la oposición son bastante agudas, y en consecuencia, no veo fácil lograr los quorum para modificar la LOCE”, afirmó.

“Sin embargo, si se logra hacer conversaciones calmadas y maduradas se puede avanzar. Estas no son materias en las cuales se puedan tomar acuerdos de un día para otro, porque si no, al discutir estas situaciones apresuradamente las cosas no resultan”, agregó.

Respecto a los cambios que requiere la normativa, Carvajal señaló que a la Masonería le interesa que se retomen las características de “asistencialidad”.

"Es decir, que el Estado asuma un rol rector, lo que no significa que todos los establecimientos tengan que estar en manos del Estado”, afirmó.

El personero coincidió con el titular del Senado, en el sentido de que los estudiantes secundarios debieron haber levantado las movilizaciones tras los anunciados realizados el pasado jueves por la Presidenta Michelle Bachelet.

“Concordamos un poco con el senador Frei en que si las cosas se hubieran detenido cuando la Presidenta Bachelet hizo los anuncios habría sido suficiente, porque no se han cerrado caminos sino que se abrieron algunos caminos. Y el gobierno entregó gran parte de lo que los estudiantes pedían, ya que los otros temas son de largo alcance”, puntualizó.



Fuente:
http://www.elmostrador.cl/modulos/noticias/
constructor/noticia_new.asp?id_noticia=189652

04 junio, 2006

Da Vinci vs. la Masonería

El Gran Maestro Leonardo Da Vinci, sí como están leyendo Gran Maestro, no es el pintor que todos están acostumbrados a conocer, y cuando lo nombramos Gran Maestro, no es un invento mío, él mismo dirigió el ‘Priorato de Zión’, organización secreta que se dedicaba al asesinato, a las torturas, a las operaciones de ‘los muertos’ (en vez de dejarles descansar su espíritu) haciéndolas él mismo, para ver las reacciones de todas las partes de sus cuerpos, todo esto después de muerta las personas y valga la redundancia, buscaba especialmente y a sangre fría (ya que no existían otros medios más que el diabolismo que existía en él), donde, ya que tenía una inteligencia superior, pudo averiguar que la muerte en esos tiempos se debían a la arteroesclerosis.
En relación al carácter sexual. Según se dice era homosexual (y queremos aclarar que nosotros no estamos opuestos a las creencias y gustos de cada uno de nosotros). Pero lo de él se reflejó en sus dibujos que le tenía un odio a las mujeres, ya que con su pincel jamás pintó un carácter bello de una mujer, nótese a la famosa obra de arte ‘La Monalisa’, que empapa genuinamente una mujer fea, pero él buscaba la mirada, que tenía una semblanza absoluta de su propia persona, y como en todos los ojos, se refleja la verdad, podíamos ver (como vimos en ‘La Ultima Cena’), y la famosa y deslumbrante obra, representativa del asesinato masivo que estimamos que viene próximamente contra la Free Masonería, y el Catolicismo, las más antiguas, que aunque encontradas aún perduran las virtudes de ambas. Esa verdad es la de unos ojos canallescos, profundos, para poder ver y desnudar al enemigo (que eran todos los que lo rodeaban) entre ellos el escultor Miguel Angel que en la Florencia, tuvieron un encuentro físico que el pueblo completo se dio cuenta y el maquiavélico de Da Vinci tuvo, como todo cobarde, que salir huyendo del pueblo. Quizás nadie sepa que también usando conceptos masónicos robados (nuestro sagrado grado 32º), se convirtió en un asesino militar. Continuará...

Para más información sobre la Masonería llamar al (917) 687-4106 o escribir a Gran Logia Cervantina c/o Arturo Fortún P.O.Box 40571, Glenoaks, NY 11004.

Fuente:
http://www.eldiariony.com/noticias/
detail.aspx?section=130&desc=Religi%C3%B3n&id=1399779